No es inferior el que adora otros dioses. No es sucio el que no se asea con jabón come sin mesa sin cubiertos, y camina descalzo.
No es flojo el que trabaja realmente lo necesario y disfruta más tiempo compartiendo con su familia su comunidad y la naturaleza.
No es manipulable el que ve, que siente que escucha sin pretensiones de imponer su forma de vida a otros.
Somos verdaderamente distintos pensamos distinto comemos distinto, tenemos una cosmovisión distinta de la vida que caracteriza la manera de sentir y ver la vida desde nuestra propia cultura.
No somos flojos ni ignorantes ni manipulables como lo han hecho creer quienes nos invadieron hace más de 500 años.
Para nosotros nada ha cambiado nos siguen maltratando, despreciando, asesinando y nos ven como una amenaza por defender nuestros territorios ancestrales del llamado progreso y desarrollo que todos pero todos los gobiernos y las grandes empresas transnacionales nos quieren imponer e implementar para dañar a nuestra madre naturaleza y nuestra cultura.
Por eso resistimos, con nuestra cosmovisión, nuestras formas, nuestro idioma nuestra solidaridad defendiendo lo que somos defendiendo nuestra esencia cultural, nuestros territorios ancestrales, nuestros derechos como ciudadanos de este país y en la defensa última de nuestra madre naturaleza.